NIIF 9: Contabilidad de Coberturas y Gestión de Riesgos Financieros
La NIIF 9 Instrumentos Financieros establece los principios para la clasificación, medición, deterioro y contabilidad de coberturas de instrumentos financieros. Esta norma reemplazó a la NIC 39, simplificando el tratamiento contable y proporcionando mayor relevancia en la información financiera presentada a los usuarios.
Uno de los aspectos más importantes de la NIIF 9 es su enfoque sobre contabilidad de coberturas, que facilita la alineación de las estrategias de gestión de riesgos con la información financiera.
¿Qué es la contabilidad de coberturas en la NIIF 9?
La contabilidad de coberturas es un procedimiento contable que permite reflejar la estrategia de gestión de riesgos de una entidad, compensando las fluctuaciones de valor o flujo de efectivo de activos o pasivos financieros. La NIIF 9 admite tres tipos de relaciones de cobertura:
1. Cobertura de valor razonable
Esta cobertura se utiliza para protegerse de los cambios en el valor razonable de un activo o pasivo reconocido o de un compromiso en firme no reconocido.
- Ejemplo práctico: Si una empresa posee un bono que fluctúa con las tasas de interés, puede utilizar derivados financieros como contratos de futuros para proteger su valor.
2. Cobertura de flujos de efectivo
La cobertura de flujos de efectivo se enfoca en reducir la exposición a la variación de los flujos de efectivo asociados con un activo, pasivo o una transacción prevista.
- Ejemplo práctico: Una entidad con deuda a tasa variable puede protegerse utilizando un swap de tasas de interés para convertir la obligación a una tasa fija.
3. Cobertura de una inversión neta en el extranjero
Este tipo de cobertura está diseñada para proteger el riesgo de tipo de cambio asociado a una inversión neta en un negocio en el extranjero.
- Ejemplo práctico: Si una empresa matriz europea posee una subsidiaria en Estados Unidos, puede utilizar contratos de cambio para proteger la inversión ante la fluctuación del dólar
Requisitos para calificar como contabilidad de coberturas
La NIIF 9 establece requisitos estrictos para que una relación de cobertura pueda ser válida:
- Designación formal: Debe existir una documentación clara que describa la relación de cobertura.
- Estrategia de gestión de riesgos: La cobertura debe alinearse con las políticas de gestión de riesgos de la entidad.
- Eficacia de la cobertura: La relación de cobertura debe ser altamente eficaz al compensar los cambios del ítem cubierto y el instrumento de cobertura.
Medición de la eficacia de la cobertura
La medición de la eficacia es un elemento clave bajo la NIIF 9. La entidad debe demostrar que:
- Existe una relación económica entre el ítem cubierto y el instrumento de cobertura.
- El riesgo de crédito no domina los cambios en valor.
- La razón de cobertura (proporción entre la cantidad cubierta y el instrumento de cobertura) se mantiene constante.
Ejemplo práctico de contabilidad de coberturas
Supongamos que una empresa espera pagos futuros en dólares, pero su moneda funcional es el euro. Para protegerse del riesgo cambiario:
- La empresa identifica el riesgo como una exposición de flujo de efectivo.
- Documenta la relación con un contrato de forward de divisas como instrumento de cobertura.
- Evalúa periódicamente la eficacia de la cobertura.
Si el tipo de cambio fluctúa, las pérdidas o ganancias del forward compensarán las diferencias en los flujos futuros, alineando la información financiera con la realidad económica.
Beneficios de la contabilidad de coberturas bajo la NIIF 9
- Mayor transparencia en la gestión de riesgos financieros.
- Simplificación de los requisitos respecto a la NIC 39.
- Mejor alineación entre la contabilidad y la gestión de riesgos.
Relación entre la NIIF 9 y otras normas
Descarga la NIIF 9
- NIIF 7: Información a revelar sobre instrumentos financieros.
- NIIF 13: Medición del valor razonable.
- NIC 21: Efectos de las variaciones en las tasas de cambio de la moneda extranjera.
Conclusión
La contabilidad de coberturas bajo la NIIF 9 permite a las entidades reflejar sus estrategias de gestión de riesgos de manera transparente y alineada con sus operaciones. Los tres tipos de coberturas —valor razonable, flujos de efectivo e inversión neta— son herramientas esenciales para mitigar los riesgos financieros y mejorar la toma de decisiones.
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